domingo, 13 de marzo de 2011

Segundo Capitulo: Ojo por ojo.... ¿Diente por diente?

Habían pasado pocos instantes y yo había conseguido infiltrarme en le nave. Recorrí el lugar, que no era muy grande por cierto, y finalmente encontré al loco de hace unos momentos.
- ¿Qué has querido decir, Eggman?- Le pregunté al sujeto de la nave, serio.
– ¿Qué quieres que te diga? Te he confundido con Sonic, eso es todo - me dijo sonriendo.
– ¿Es daltónico o qué? - Le dije molesto, con cierto fastidio - Además ¿Sonic?
Ladeo un poco su nave, lo que hizo que  casi me cayera de ella
- ¡No se librará de mí, Profesor! - Me coloqué bajo su nave y desconecté sus circuitos. De esa forma hice que Eggman cayera en un riachuelo que estaba cerca.
Salté de la nave, cayendo en la rama de en un árbol, mientras no podía parar de burlarme de lo que había sucedido.
- ¿Está fría el agua profesor? – Dije  burlándome de él con mi sonrisa irónica.
- ¡Esto no se quedará así, erizo!- Me dijo molesto aun tratando de salir del agua.

Por cierto, le agradezco el regalo de momentos atrás, y ahora me gustaría darle un agradecimiento, en serio. Ahora tu toma un regalo por mi parte - Usando fuerza, cargué y le lancé lo que le había quitado a su nave, lo cual provocó que dentro del agua le diera una gran descarga eléctrica.
– ¡Cómo te atreves! ¡Shadow! ¡Sácame de aquí!- Gritaba desesperado y con gran furia mientras recibía las descargas eléctricas.
- No tengo porque, Eggman. - Respondí mientras me reía de él y me marchaba caminando del lugar satisfecho por mi venganza.
– ¡Esta me la pagas, erizo! - Me gritó cuando por fin logró salir del agua. 
El notó que me iba, así que aprovechó para irse a su base secreta, o al menos eso supuse yo. Comenzó a caminar, regresé a ver y pensé que sería una buena idea seguirlo. Lo mejor del caso es que él no se dio cuenta. Una vez que estaba a punto de llegar, finalmente hable.
– Y, dígame Eggman ¿Le pareció agradable? - Me reía de él al recordar lo gracioso que se veía. Había sido lo mejor que había hecho en años.
– No te hará tanta gracia cuando sea mi turno, Shadow… ¡Espera mi venganza! – Dijo mientras se metía en su base.
– ¡Qué llorón eres, Eggman! – Le grité con esa sonrisa burlona en mi rostro. Me  dí media vuelta y comencé a caminar lejos del lugar.
Después de un rato me cansé y me senté bajo la sombra de un árbol. Ya se hacía tarde. Iba a dormirme cuando de repente escuche un ruido de entre los árboles...
Decidí levantarme e investigar a fondo. Miré entre ellos y un flash me cegó. Pude ver una sombra entre ellos y la seguí. De repente llegue a una especie de trampa, había sido porque ya era de noche y no pude distinguir bien. Hmm, un poco de oscuridad, gran cosa. ¿Qué soy? ¿Nenita llorona? No señor, me quedé a enfrentarme lo que venía.
De un momento a otro, unas luces se encendieron. Miré a mi alrededor, miré bien y sin darme cuenta, ¡Había terminado dentro de la base de Eggman! Se acercaba. No le tenía miedo, lo miré firme y hablé.
- ¿En serio necesitas atraparme en TU base? – Pregunté molesto. Él solo soltó una carcajada
– Oh, shadow, no sabes la que te espera - Se reía sin parar – Verás que te tengo una sorpresita.
- ¿Qué podrías hacerle alguien tan macho cómo yo que me pueda hacer sufrir? – Pregunté mirándolo con una sonrisa desafiante y orgullosa.
- ¡Sí sí! ¡Tan macho!  ¡Eres tan ridículo! Oh, ¡Ya lo verás erizo! - Respondió riéndose aún más.
De repente se fue y una puerta de aceró se elevó, encerrándome. Me lancé directamente hacia ella con un puño cargado para romperla.  A pesar de mis intentos por romperla, no pude. Grité en busca de que Eggman me escuchara.
- ¿Y qué es lo que planeas? ¿Mantenerme encerrado aquí? - Pregunté ya enfadado.
Una pantalla se encendió y en ella estaba el asqueroso rostro del profesor. Vaya, su apariencia era toda una vergüenza para los hombres.
 – En realidad no, Shadow. El verdadero desafío viene ahora. – Al decir aquellas palabras, se cortó la transmisión.
Repentinamente un humo, más bien, una neblina empezaba apareció en el lugar donde me encontraba. Intenté mirar a través de ella, sin embargo, no se podía ver nada. Una oscuridad invadió el lugar de repente, no obstante, desapareció.
Presentía que lo que pasaría a continuación seria genial. Me había entusiasmado al ver lo que podría considerarse venganza de Eggman. Al  momento, una sombra salió de la poca neblina que rodeaba el lugar, pero mi decepción fue mucha al ver quién sería mi oponente...no era más que una chica. A decir verdad yo estaba muy entusiasmado por ver a un poderoso ser esperándome para pelear, pero... no algo así.
- Es este ¿cierto, Profesor?  - preguntó la chica mirándome fijamente
- Si, es él. Es todo tuyo - Era la voz de Eggman que salía de una especie de megáfono en la pared. La niebla se dispersé por completo. Finalmente pude ver quien era con claridad.
- ¿Es en serio profesor? - Pregunté con fastidio esperando a recibir una respuesta, la cuál jamás tuve.
La chica con la quien al parecer tenía que combatir era una pantera negra, con cierto pelaje blanco en el pecho. Tenía sus ojos color verde y tenía una cabellera larga. Tenía una estatura de... Será un metro con sesenta. Su anatomía se veía bien formada. Menos mal, eso era un índice de que tomaba el combate en serio. Otro dato que me animaba, era que las panteras son dignas de combate. Quizá era una chica bonita, pero eso cambiaría en un instante, ¿Cierto, puño? 
Sin embargo, algo que en serio me desanimaba era su estúpida vestimenta. Al distinguir lo que llevaba puesto no pude evitar darme una palmada en la cara en señal de fastidio. Traía puesto una mini falda con... quien sabe que serán esas cosas ¿Mallones?, unas botas tontas al igual que su playera tonta de niña tonta.
- ¡Oiga profesor! Mire, vea... ¿¡Esto es un combate o un desfile de modas!? - Pregunté sintiéndome ofendido.
- No te recomiendo que la subestimes erizo. A pesar de tan solo tener 15 años de edad, Sakura es excelente en el combate. - Añadió Eggman serio.
– Tu eres Shadow ¿cierto?- Preguntó la pantera mientras yo seguía acercándome a ella.
- Ese mismo. - Afirmé con orgullo. Vaya, pero que lindo el regalo que me ha hecho el profesor, es perfecto a mi medida. - Añadí en un tono burlón, tomandola de la cintura.
- Vaya que eres un pesado Shadow the hedgehog. - me miró molesta y me lanzó un golpe. No me dolió para nada.
- Cuando dije "regalo", ¿Sabes qué me refería a que te daría una buena paliza no? - Dije mientras la tomaba de un brazo y la lanzaba lejos.
Ella reaccionó y logro caer de tal manera que amortiguaría su caída.
Al menos sabía reaccionar a tiempo, así, estimaba que duraría unos.... ¿2, 3 minutos? Bueno... ¡Ahora de entretenerme! 

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